Argentina: El peso de la inflación en la deuda del Estado
El propósito de este trabajo es analizar la relación hoy existente en la Argentina entre Deuda e Inflación. Este tema es particularmente importante porque el aumento del Índice de Precios Consumidor (IPC) - que mide la Inflación Minorista - se transmite automáticamente a gran parte de la Deuda del Estado por la indexación de títulos públicos nominados en pesos.
De allí que la preocupación del Gobierno Kirchner en frenar las presiones hacia el incremento de precios no sólo se explica por sus consecuencias sobre la Economía en general sino también, y muy especialmente, por su incidencia en las Finanzas Públicas.
I. CAUSAS DEL REBROTE INFLACIONARIO.
La Inflación se define comúnmente como el aumento generalizado y sostenido de los precios en el tiempo; y presenta una característica central: la distorsión de los precios relativos.Ello significa que, si bien la tendencia general y continuada es al incremento de precios, no todos estos precios aumentan al mismo tiempo ni en la misma proporción, de modo que se produce un crecimiento asimétrico o desparejo de los mismos, que conlleva naturalmente - además de las diversas maniobras especulativas que se dan en este contexto - un permanente desajuste estructural por la búsqueda de equiparación entre las variaciones de precios de bienes y servicios en el Mercado.
La tradicional espiral entre precios y salarios es solamente una entre estas distorsiones de precios que se registran en la Economía; siendo, por otra parte, que tales actualizaciones de salarios - salvo casos de prodigalidad política - no son la causa sino la consecuencia de los aumentos de precios ya producidos. Pero, insistimos, la clave de la Inflación - usualmente omitida en los trabajos de difusión acerca de los procesos inflacionarios - está en la distorsión de los precios relativos. Este punto es importantísimo porque muchas veces no se lo tiene en cuenta cuando se analizan las causales y el mecanismo de retroalimentación de la Inflación. La identificación del origen y los rubros clave que motorizan el proceso inflacionario en la Argentina de hoy deviene así una cuestión fundamental para entender lo que está pasando con el rebrote de la Inflación local.
¿Cuáles son las CAUSAS de la actual presión inflacionaria en la Argentina?
Sin perjuicio de poder profundizar casi ilimitadamente en esta materia, podemos identificar, en principio, TRES CAUSALES CENTRALES PROPIAS DEL REBROTE DE LA INFLACIÓN EN LA ARGENTINA DE HOY, QUE SON: 1. LA MACRO-DEVALUACIÓN DEL 2002 Y SU CORRELATO EN EL ARRASTRE DE LA INFLACIÓN PRESENTE, 2. LA INDEXACIÓN DE DEUDA PÚBLICA POR CER, Y 3. LA EMISIÓN MONETARIA PARA SOSTENER EL TIPO DE CAMBIO.
Vamos a analizar brevemente cada uno de estos tres componentes:
1. DEVALUACIÓN E INFLACIÓN.
El principal "éxito" funcional de la macro-devaluación producida en el año 2002 - como forma de salida de la Convertibilidad - consistió en haber logrado la contención de un proceso hiperinflacionario interno que hubiera llevado al descontrol de las variables de la Economía.
En los hechos, se trató del pasaje de una Política de Tipo de Cambio Fijo con Moneda sobrevaluada (el régimen artificial de la paridad peso-dólar 1:1) a una Política de Tipo de Cambio Variable o Flexible (con intervención del Banco Central) y Dólar Alto, que ha llevado a una suerte de nueva paridad 3:1.El logro esencial del abandono de la Convertibilidad fue así producir esta gran devaluación con un traslado limitado o controlado a la inflación interna.
Tal proceso fue desarrollado con el Dr. Lavagna al frente del Ministerio de Economía (bajo las administraciones Duhalde y Kirchner), como verdadera experiencia piloto a nivel internacional, ya que los antecedentes de las devaluaciones de Brasil (Enero/1999) y Rusia (Agosto /1998) no tuvieron la magnitud ni el alcance que se dio en la Argentina con la Crisis de Deuda del 2001.Aquí el objetivo central dentro del mecanismo de salida de la Convertibilidad - después de haber declinado las opciones de Dolarización y de Segunda Moneda - era necesariamente contener el efecto inflacionario de la gran devaluación.
Y ello se logró en nuestro país, con un costo altísimo: la fuerte caída inicial del Producto Bruto Interno (PBI), el aumento masivo del desempleo, el paso de más de la mitad de la Población debajo de la Línea de Pobreza, la más brutal caída del Salario Real de la Historia Económica Argentina, la interdicción de las cuentas bancarias (corralito) y la pesificación asimétrica de los depósitos y plazos fijos en dólares (corralón), entre otras medidas drásticas adoptadas al margen de la seguridad jurídica; todo ello bajo un régimen de Emergencia Pública dictado por el Congreso, que delegó facultades especiales de todo tipo al Poder Ejecutivo (facultades éstas que todavía siguen vigentes).
El "éxito" gubernamental a que nos referimos fue entonces el logro de un esquema de salida de la Convertibilidad diseñado con varios fines básicos; fundamentalmente tres: 1. Estabilizar el valor del dólar (determinando una nueva paridad, semi-fija, con el peso), 2. Instaurar una nueva política de Tipo de Cambio Alto (favorable a las Exportaciones y también a los recursos del Estado por Retenciones), y 3. Re-estructurar la Deuda en default (a través del Megacanje de Junio/2005) para volver al Mercado Internacional de Capitales (lo que, en buen romance, significa volver a endeudarse).
Pero todo este esquema depende del grado en que el Gobierno pueda sostener el valor de la Moneda, es decir, de la medida en que pueda controlar el rebrote de la Inflación.
Actualmente, las principales presiones inflacionarias devienen de la distorsión de precios relativos que pugnan por establecer nuevas relaciones de valor en Bienes y Servicios, de los aumentos graduales de Tarifas en los Servicios Públicos Privatizados, del recupero parcial de Jubilaciones y Salarios Reales, de los resultados discutibles de los Acuerdos de Precios sectoriales, etcétera; pero también de la gravitación de la inflación en el Gasto Público y, particularmente, de la incidencia de la Inflación sobre la Deuda del Estado, así como de la Política Monetaria, Cambiaria y Financiera del Banco Central (BCRA).
Aquí SE SOSLAYA QUE LOS EFECTOS DE LAS MEDIDAS FINANCIERAS ESTÁN DETERMINANDO LA NUEVA PRESIÓN INFLACIONARIA MÁS QUE LOS EFECTOS DE LAS MEDIDAS ECONÓMICAS.
Del lado económico, tales efectos son conocidos y comentados, pero del lado financiero no lo son tanto ni debidamente resaltados.
Si tomamos la evolución de los Índices de Precios desde la salida de la Convertibilidad hasta la Actualidad - período Diciembre/2001 a Marzo/2006 - tenemos que los Precios Mayoristas crecieron más del doble que los Precios al Consumidor: aproximadamente 172 % contra 79/80.
Esto implica que existe una presión de tipo "Inflación reprimida" en la Actividad Económica - dada por la brecha entre indicadores de precios mayoristas y minoristas que mantiene abierta una permanente amenaza potencial hacia el recupero en la disparidad de precios relativos.
Paralelamente, desde el punto de vista del Gasto Público, si bien la Inflación "ayuda" al Gobierno a través de la mayor recaudación del IVA y otros impuestos, la misma inflación supone una presión de aumento sobre los Gastos Públicos en general y también - muy particularmente - en el aumento de parte de la Deuda del Estado y sus Servicios.
II. EL PROBLEMA DE LA DEUDA PESIFICADA.
Vamos a considerar acá el segundo punto de las principales causales propias citadas del rebrote inflacionario en la Argentina hoy:
2. LA INDEXACIÓN DE DEUDA PÚBLICA POR CER.
Conforme las cifras oficiales del Ministerio de Economía al 31.12.05 la Deuda Pública Total de la Argentina era entonces de unos 152.200 MD (*). Este importe es discutible, ya que falta agregar los intereses que se capitalizan por anatocismo - tanto los pactados en el Megacanje Kirchner de Junio/2005 como en los restantes títulos que no pagan la totalidad de los Intereses Devengados por año - y que pasan los 12.000 MD. (1)
Tampoco se incluye el peso de las Unidades Ligadas al Crecimiento del PBI (UL PBI), que según un estudio de Mario Cafiero y Javier Llorens llegaría a casi 30.000 MD, a moneda constante, en todo el período de reestructuración de la deuda en default.(2).
Y no se hace mención alguna a la potenciación por Inflación de la Deuda Pública en pesos, que está creciendo por el equivalente de más de 5.000 MD por año.
Ateniéndonos a los cálculos más bajos o favorables al Gobierno, tendríamos así que el stock de Deuda Pública hoy estaría realmente por lo menos en el orden de los 160 a 170.000 MD (los 152.000 declarados más los 12.000 de intereses capitalizados por anatocismo más los 5.000 MD de Capital ajustado por Inflación del primer año).
Como la Tasa de Interés promedio ponderada de la Deuda Pública sería superior - también como mínimo - al 5 % anual (producto de tomar la tasa oficial del 3.6 % y adicionarle la incidencia del aumento por indexación de la base de Capital; e incluyendo la de los bonos no ingresados en el Megacanje, que siguen generando intereses mayores al 11 %) el importe de los Intereses Devengados (no pagados) por año sería del orden de los 8.000 MD (160.000 x 0.05), siempre como mínimo.
8.000 MD DE INTERESES POR AÑO SON APROXIMADAMENTE 22 MD POR DÍA: CASI UN MILLÓN DE DÓLARES POR HORA QUE PASA DE NUESTRA VIDA.
Esto es lo que le cae a la Argentina solamente por concepto de Intereses, porque los vencimientos de Capital - que no se cancelan por amortización sino que se renuevan en su totalidad (roll over contínuo de las obligaciones públicas) oscilan entre los 20 y los 13.000 MD por año, según como se tome el Perfil de Vencimientos de la Deuda.
Si se considera la diferencia entre los Intereses Devengados - 8.000 MD - y los previstos a pagar según el Presupuesto 2006 - 3.500 MD - tenemos así que se capitalizarían por anatocismo unos 4.500 MD por año.
Pero volvamos a nuestro punto de la DEUDA PESIFICADA.
Al 31.12.05, según cifras oficiales, la Argentina tenía aproximadamente el 40 % de su Deuda Pública en pesos: 62.200 MD sobre el total declarado de los 152.200.Estrictamente hablando, se trata en realidad de obligaciones en pesos por algo más de 186.000 MS, que equivalen a los 62 mil millones de dólares citados. La mayoría de esta Deuda - 53.600 MD - se ajusta por CER (el Coeficiente de Establización de Referencia), un indicador que corresponde a la Inflación pasada).Con un ritmo de Inflación de dos dígitos (que no baja del 10 %), ello significa que la Deuda Pública en pesos crece automáticamente por el equivalente a más de 5.400 MD por año (53.600 x 0.10).Como en el 2005 el Índice de Precios Minoristas (IPC, equiparable al CER) fue de 12.3 %, el aumento producido en el stock de Capital habría sido así de 6.600 MD (53.600 x 0.123).Es decir, que SOLAMENTE POR INDEXACIÓN DE LA PARTE DE DEUDA EN MONEDA LOCAL EL ESTADO ARGENTINO VE AUMENTAR INERCIAL O AUTOMÁTICAMENTE EL STOCK DE SU DEUDA PÚBLICA ENTRE 5 Y 6 MIL MILLONES DE DÓLARES POR AÑO.
Según datos del Ministerio de Economía recogidos en un artículo periodístico, como consecuencia del reajuste por CER la Deuda del Estado Argentino se incrementó en unos 15.200 M$ (5.200 MD) solamente en 9 meses durante el año 2005: entre Abril y Diciembre.(3)
POR CADA PUNTO QUE AUMENTA LA INFLACIÓN (1 % CER) LA DEUDA CRECE UNOS 1.600 MS (MÁS DE 500 MD).
A este gravísimo problema de la Deuda Pesificada (que obviamente es de carácter acumulativo) se suman los ya citados de la Capitalización de Intereses - otros 4.500 MD anuales - y a esto hay que agregarle el peso (también creciente) del monto real de las Unidades Ligadas al Crecimiento del PBI (UL PBI), que para este año implican desembolsos por más de 550 MD (más otros 550 por compromiso de recompra anticipada de bonos).
Estos tres conceptos - Capitalización de Intereses, Indexación de la Deuda Pesificada y Adicional por UL PBI - unidos a la incapacidad de pago del Capital y de la totalidad de los Intereses Devengados constituyen, en la practica, los principales "agujeros negros" de la supuesta Solvencia Fiscal de la Argentina.
III. COSTO FINANCIERO DE LA POLÍTICA CAMBIARIA.
Este punto corresponde a la tercera de las causales propias del rebrote de la Inflación en la Argentina de hoy, citada más arriba.
3. LA EMISIÓN MONETARIA PARA SOSTENER EL TIPO DE CAMBIO.
Toda esta carga adicional de la Deuda que estamos analizando - de magnitud no cuantificada oficialmente pero de gravedad extraordinaria - representa el principal factor de aumento que está pesando hoy en el Gasto Público, ya sea que los Servicios de la Deuda se abonen o que se sigan capitalizando sistemáticamente como hasta ahora, conformando otra vez una "bola de nieve" tan impagable como la Deuda misma.
Pero a este costo directo sobre las Cuentas del Estado a través del Ministerio de Economia - que se muestran en el Presupuesto del Ejercicio - hay que agregarle el costo financiero cuasi-fiscal del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que incide y determina la existencia de otra Deuda paralela aquí, ligada a la Política Monetaria, Cambiaria y Financiera del Gobierno a través del BCRA. Y que pesa y determina la nueva Inflación en forma tanto o más peligrosa que la primera.Cabe destacar que esta Deuda del BCRA - los mismo que las Deudas del Consolidado de Provincias y Municipios, y la de los Fondos Fiduciarios - no figura dentro de los 152.000 MD (ó 160/170.000, según cómo se lo calcule) de la Deuda Pública Total del Estado según publica el Ministerio de Economía.
En el caso del Banco Central la cosa tiene un sesgo particularmente preocupante.
Ocurre que la Argentina post-Convertibilidad ha entrado en un círculo vicioso "perfecto" de nuevo Endeudamiento Público fiscal (del Estado Central) pero también cuasi-fiscal (del BCRA) - bajo un esquema ahora institucionalizado junto con el Megacanje Kirchner de Junio de 2005 - y que puede sintetizarse así:
1. El BCRA emite dinero sin respaldo para comprar dólares, que se utilizan para sostener la Política de Tipo de Cambio Alto y acumular reservas excedentes que se aplican a pagos extraordinarios de la Deuda Externa (como el caso de los 9.530 MD abonados al FMI el 3.3.06).
2. La mayoría de esa inyección de fondos en pesos, que aumenta la Base Monetaria, luego el propio BCRA la absorbe o "esteriliza" colocando Letras y Notas en el Mercado Financiero (LEBAC y NOBAC), por las cuales paga Interés bajo forma de diferencial de precios; y
3. Estas Letras son renovadas contínuamente - en forma semanal - con un grupo de grandes bancos compradores de los títulos, pagando el BCRA tasas cada vez más caras y reciclándose las deudas a plazos cada vez más cortos.
Las últimas colocaciones de LEBAC lo fueron con Tasas de Corte del 7 % a 90 días y con un horizonte de tiempo promedio en materia de renovación entre 2 y 3 meses; y las que se emiten a un año están dando un rendimiento al inversor (esto es, un costo para el Banco del Estado) del 11.45 %. A su vez, las NOBAC - que se emiten con plazos mayores a un año - se colocan a Tasa BADLAR más 6 %, lo que representa una tasa total del orden del 12.5 % anual. Todo esto significa que, por carácter transitivo, LA ARGENTINA SE SIGUE ENDEUDANDO PARA COMPRAR DÓLARES (una parte de los cuales, a su vez, va destinada a pagar Deuda).
Según datos del BCRA al 10.5.06 el stock de LEBAC es de 29.100 MS (casi 10.000 MD); y su tendencia va en aumento de montos, incremento de tasas y reducción de los plazos de colocación: una combinación cada vez más peligrosa. El aumento de la cantidad de dinero emitido para comprar dólares presiona sobre la Base Monetaria en forma inflacionaria y entonces EL GOBIERNO INCURRE EN LA PRÁCTICA PERVERSA DE APELAR A MEDIDAS ECONÓMICAS (Acuerdos de Precios, limitaciones salariales y jubilatorias, acotamiento de Gastos Públicos, etc.) PARA PALIAR LOS EFECTOS DE SU POLÍTICA MONETARIA, CAMBIARIA Y FINANCIERA, QUE ESTÁ DISEÑADA EN FUNCIÓN DE LA DEUDA.
Además, con la emisión de bonos en pesos ajustados por Inflación, el Gobierno está concediendo un irritante PRIVILEGIO DE INDEXAR LAS DEUDAS FINANCIERAS DEL ESTADO MIENTRAS SE MANTIENE LA PROHIBICIÓN DE ACTUALIZAR VALORES POR INFLACIÓN EN EL RESTO DE LAS OPERACIONES ECONÓMICO-FINANCIERAS. ESTA ASIMETRÍA POR TRATAMIENTO PREFERENCIAL DE LA DEUDA SOBRE TODO OTRO RUBRO DEL GASTO PÚBLICO, UNIDA A LA APERTURA DE UNA "VENTANILLA" PARALELA DE ENDEUDAMIENTO A TRAVÉS DEL BCRA, POTENCIA EL CRECIMIENTO DE LA DEUDA Y SU PESO SOBRE EL PANORAMA DE PRESIONES INFLACIONARIAS DERIVADAS DE CAUSALES FINANCIERAS MÁS QUE ECONÓMICAS.
Con todo esto (Deuda de la Administración Pública y del Banco Central) se va generando cada vez más una "combinación explosiva" que tarde o temprano - por el momento, en un futuro impredecible - va a desembocar inexorablemente en una nueva Crisis de Deuda, con sus características y sus "recetas" de siempre: nuevas reestructuraciones de las obligaciones bajo condicionamientos más sofisticados, realizadas ya sea en "dosis" pequeñas o graduales o bien a través de grandes megacanjes. Y estas reestructuraciones - producto de la Crisis permanente de la Deuda por manifiesta incapacidad de pago de la Argentina - serán, otra vez, presentadas ante la Opinión Pública como supuestos éxitos de negociación del gobierno de turno, como ocurrió con los Acuerdos de Nueva York de 1985/87 bajo la administración Alfonsín, el Plan Brady de 1992/93 bajo la administración Menem, el Megacanje de Junio/2001 bajo De la Rúa-Cavallo y ahora con el Megacanje Kirchner de Junio/2005.
ES EL MITO DEL ETERNO RETORNO APLICADO A LA LÓGICA DE LA USURA QUE RIGE EL SISTEMA DE LA DEUDA PÚBLICA.
LA TASA DE INTERÉS COMO FACTOR DE INFLACIÓN.
Un último punto a tratar, para redondear este análisis de las relaciones muy especiales entre Deuda e Inflación. Es paradójico - por no decir sintomático - que la Tasa de Interés es considerada comúnmente un instrumento para frenar la Inflación cuando, por el contrario, su efecto inmediato es presionar en forma inmediata sobre la Inflación.
Este asunto es muy largo y discutible pero, en lo que toca a nuestro tema de la relación entre Inflación y Deuda cabe resaltar lo siguiente:
1. Cuando el Estado sale a colocar Bonos Públicos está ofreciendo Tasas de Interés relativamente altas que inciden en la Economía en forma general y fijan, en la práctica, un "piso" a las tasas de los mercados financieros.
2. Por otra parte, al tomar fuertes sumas de dinero en la plaza - que le son prestadas por un grupo limitado de grandes bancos (que actúan, en la práctica, en forma cartelizada) - el Estado resta capacidad prestable a esos bancos para dar créditos al Sector Privado, presionando adicionalmente la suba de las tasas de interés.
3. Como para las Empresas el Interés es un Coste - el principal y más grave costo de las compañias es precisamente el Coste Financiero - este coste se traslada, como todos los "insumos", directa o indirectamente a los Precios. Con lo cual aumenta la presión inflacionaria sobre precios de Bienes y Servicios en el Mercado.
Y como los tiempos de las Finanzas (tasas de corto plazo, descubiertos, operaciones inter-bancarias, especulaciones bursátiles y todo tipo de inversiones financieras) son siempre mucho más rápidos que los tiempos de la Economía, la incidencia del aumento de las Tasas de Interés derivada de la Política de Endeudamiento Público repercute así en forma cuasi-inmediata en la actividad económica en general y contribuye gravemente a la presión inflacionaria.
DADO QUE EL ESTADO - A TRAVÉS DE SU DEUDA PÚBLICA - FIJA DE ESTE MODO EL "PISO" DE LAS TASAS DE INTERÉS DEL MERCADO, CON ELLO DETERMINA TAMBIÉN UNO DE LOS PRINCIPALES FACTORES DE INFLACIÓN EN LA ECONOMIA.
Y DE ESTE MODO LA DEUDA PÚBLICA SE TRADUCE EN INFLACIÓN; Y LA INFLACIÓN INDEXA LA DEUDA PÚBLICA EN PESOS Y AUMENTA EL COSTE FINANCIERO DEL SECTOR PRIVADO, CON LO QUE EL CÍRCULO VICIOSO DE LA DEUDA SE CONSOLIDA SOBRE LAS FINANZAS PÚBLICAS Y LA ECONOMIA NACIONAL EN SU CONJUNTO.
Héctor Giuliano
(*) Abreviaturas: M-Millones, D-Dólares y $-Pesos
(1) Sobre estos puntos pueden consultarse tres trabajos recientes del Autor - todos en www.eltraductorradial.com.ar - Traductor Gráfico - que son los siguientes: El Megacanje Kirchner: Balance y Perspectivas (14.2.06), El Quantum de los Intereses de la Deuda Pública (25.10.05) y El verdadero monto de la Deuda Pública (17.10.05).
(2) Trabajo de Mario Cafiero y Javier Llorens (que todavía no ha sido editado formalmente) en el Anexo III: La triplicidad del Ministerio de Economía en la cuestión de la Deuda, dentro del estudio titulado El FMI y la debacle argentina 1976-2003.
(3) Artículo de Ismael Bermúdez en Clarín del 9.4.06 titulado Ya está en pesos cerca de la mitad de la Deuda Pública (página 20).
El propósito de este trabajo es analizar la relación hoy existente en la Argentina entre Deuda e Inflación. Este tema es particularmente importante porque el aumento del Índice de Precios Consumidor (IPC) - que mide la Inflación Minorista - se transmite automáticamente a gran parte de la Deuda del Estado por la indexación de títulos públicos nominados en pesos.
De allí que la preocupación del Gobierno Kirchner en frenar las presiones hacia el incremento de precios no sólo se explica por sus consecuencias sobre la Economía en general sino también, y muy especialmente, por su incidencia en las Finanzas Públicas.
I. CAUSAS DEL REBROTE INFLACIONARIO.
La Inflación se define comúnmente como el aumento generalizado y sostenido de los precios en el tiempo; y presenta una característica central: la distorsión de los precios relativos.Ello significa que, si bien la tendencia general y continuada es al incremento de precios, no todos estos precios aumentan al mismo tiempo ni en la misma proporción, de modo que se produce un crecimiento asimétrico o desparejo de los mismos, que conlleva naturalmente - además de las diversas maniobras especulativas que se dan en este contexto - un permanente desajuste estructural por la búsqueda de equiparación entre las variaciones de precios de bienes y servicios en el Mercado.
La tradicional espiral entre precios y salarios es solamente una entre estas distorsiones de precios que se registran en la Economía; siendo, por otra parte, que tales actualizaciones de salarios - salvo casos de prodigalidad política - no son la causa sino la consecuencia de los aumentos de precios ya producidos. Pero, insistimos, la clave de la Inflación - usualmente omitida en los trabajos de difusión acerca de los procesos inflacionarios - está en la distorsión de los precios relativos. Este punto es importantísimo porque muchas veces no se lo tiene en cuenta cuando se analizan las causales y el mecanismo de retroalimentación de la Inflación. La identificación del origen y los rubros clave que motorizan el proceso inflacionario en la Argentina de hoy deviene así una cuestión fundamental para entender lo que está pasando con el rebrote de la Inflación local.
¿Cuáles son las CAUSAS de la actual presión inflacionaria en la Argentina?
Sin perjuicio de poder profundizar casi ilimitadamente en esta materia, podemos identificar, en principio, TRES CAUSALES CENTRALES PROPIAS DEL REBROTE DE LA INFLACIÓN EN LA ARGENTINA DE HOY, QUE SON: 1. LA MACRO-DEVALUACIÓN DEL 2002 Y SU CORRELATO EN EL ARRASTRE DE LA INFLACIÓN PRESENTE, 2. LA INDEXACIÓN DE DEUDA PÚBLICA POR CER, Y 3. LA EMISIÓN MONETARIA PARA SOSTENER EL TIPO DE CAMBIO.
Vamos a analizar brevemente cada uno de estos tres componentes:
1. DEVALUACIÓN E INFLACIÓN.
El principal "éxito" funcional de la macro-devaluación producida en el año 2002 - como forma de salida de la Convertibilidad - consistió en haber logrado la contención de un proceso hiperinflacionario interno que hubiera llevado al descontrol de las variables de la Economía.
En los hechos, se trató del pasaje de una Política de Tipo de Cambio Fijo con Moneda sobrevaluada (el régimen artificial de la paridad peso-dólar 1:1) a una Política de Tipo de Cambio Variable o Flexible (con intervención del Banco Central) y Dólar Alto, que ha llevado a una suerte de nueva paridad 3:1.El logro esencial del abandono de la Convertibilidad fue así producir esta gran devaluación con un traslado limitado o controlado a la inflación interna.
Tal proceso fue desarrollado con el Dr. Lavagna al frente del Ministerio de Economía (bajo las administraciones Duhalde y Kirchner), como verdadera experiencia piloto a nivel internacional, ya que los antecedentes de las devaluaciones de Brasil (Enero/1999) y Rusia (Agosto /1998) no tuvieron la magnitud ni el alcance que se dio en la Argentina con la Crisis de Deuda del 2001.Aquí el objetivo central dentro del mecanismo de salida de la Convertibilidad - después de haber declinado las opciones de Dolarización y de Segunda Moneda - era necesariamente contener el efecto inflacionario de la gran devaluación.
Y ello se logró en nuestro país, con un costo altísimo: la fuerte caída inicial del Producto Bruto Interno (PBI), el aumento masivo del desempleo, el paso de más de la mitad de la Población debajo de la Línea de Pobreza, la más brutal caída del Salario Real de la Historia Económica Argentina, la interdicción de las cuentas bancarias (corralito) y la pesificación asimétrica de los depósitos y plazos fijos en dólares (corralón), entre otras medidas drásticas adoptadas al margen de la seguridad jurídica; todo ello bajo un régimen de Emergencia Pública dictado por el Congreso, que delegó facultades especiales de todo tipo al Poder Ejecutivo (facultades éstas que todavía siguen vigentes).
El "éxito" gubernamental a que nos referimos fue entonces el logro de un esquema de salida de la Convertibilidad diseñado con varios fines básicos; fundamentalmente tres: 1. Estabilizar el valor del dólar (determinando una nueva paridad, semi-fija, con el peso), 2. Instaurar una nueva política de Tipo de Cambio Alto (favorable a las Exportaciones y también a los recursos del Estado por Retenciones), y 3. Re-estructurar la Deuda en default (a través del Megacanje de Junio/2005) para volver al Mercado Internacional de Capitales (lo que, en buen romance, significa volver a endeudarse).
Pero todo este esquema depende del grado en que el Gobierno pueda sostener el valor de la Moneda, es decir, de la medida en que pueda controlar el rebrote de la Inflación.
Actualmente, las principales presiones inflacionarias devienen de la distorsión de precios relativos que pugnan por establecer nuevas relaciones de valor en Bienes y Servicios, de los aumentos graduales de Tarifas en los Servicios Públicos Privatizados, del recupero parcial de Jubilaciones y Salarios Reales, de los resultados discutibles de los Acuerdos de Precios sectoriales, etcétera; pero también de la gravitación de la inflación en el Gasto Público y, particularmente, de la incidencia de la Inflación sobre la Deuda del Estado, así como de la Política Monetaria, Cambiaria y Financiera del Banco Central (BCRA).
Aquí SE SOSLAYA QUE LOS EFECTOS DE LAS MEDIDAS FINANCIERAS ESTÁN DETERMINANDO LA NUEVA PRESIÓN INFLACIONARIA MÁS QUE LOS EFECTOS DE LAS MEDIDAS ECONÓMICAS.
Del lado económico, tales efectos son conocidos y comentados, pero del lado financiero no lo son tanto ni debidamente resaltados.
Si tomamos la evolución de los Índices de Precios desde la salida de la Convertibilidad hasta la Actualidad - período Diciembre/2001 a Marzo/2006 - tenemos que los Precios Mayoristas crecieron más del doble que los Precios al Consumidor: aproximadamente 172 % contra 79/80.
Esto implica que existe una presión de tipo "Inflación reprimida" en la Actividad Económica - dada por la brecha entre indicadores de precios mayoristas y minoristas que mantiene abierta una permanente amenaza potencial hacia el recupero en la disparidad de precios relativos.
Paralelamente, desde el punto de vista del Gasto Público, si bien la Inflación "ayuda" al Gobierno a través de la mayor recaudación del IVA y otros impuestos, la misma inflación supone una presión de aumento sobre los Gastos Públicos en general y también - muy particularmente - en el aumento de parte de la Deuda del Estado y sus Servicios.
II. EL PROBLEMA DE LA DEUDA PESIFICADA.
Vamos a considerar acá el segundo punto de las principales causales propias citadas del rebrote inflacionario en la Argentina hoy:
2. LA INDEXACIÓN DE DEUDA PÚBLICA POR CER.
Conforme las cifras oficiales del Ministerio de Economía al 31.12.05 la Deuda Pública Total de la Argentina era entonces de unos 152.200 MD (*). Este importe es discutible, ya que falta agregar los intereses que se capitalizan por anatocismo - tanto los pactados en el Megacanje Kirchner de Junio/2005 como en los restantes títulos que no pagan la totalidad de los Intereses Devengados por año - y que pasan los 12.000 MD. (1)
Tampoco se incluye el peso de las Unidades Ligadas al Crecimiento del PBI (UL PBI), que según un estudio de Mario Cafiero y Javier Llorens llegaría a casi 30.000 MD, a moneda constante, en todo el período de reestructuración de la deuda en default.(2).
Y no se hace mención alguna a la potenciación por Inflación de la Deuda Pública en pesos, que está creciendo por el equivalente de más de 5.000 MD por año.
Ateniéndonos a los cálculos más bajos o favorables al Gobierno, tendríamos así que el stock de Deuda Pública hoy estaría realmente por lo menos en el orden de los 160 a 170.000 MD (los 152.000 declarados más los 12.000 de intereses capitalizados por anatocismo más los 5.000 MD de Capital ajustado por Inflación del primer año).
Como la Tasa de Interés promedio ponderada de la Deuda Pública sería superior - también como mínimo - al 5 % anual (producto de tomar la tasa oficial del 3.6 % y adicionarle la incidencia del aumento por indexación de la base de Capital; e incluyendo la de los bonos no ingresados en el Megacanje, que siguen generando intereses mayores al 11 %) el importe de los Intereses Devengados (no pagados) por año sería del orden de los 8.000 MD (160.000 x 0.05), siempre como mínimo.
8.000 MD DE INTERESES POR AÑO SON APROXIMADAMENTE 22 MD POR DÍA: CASI UN MILLÓN DE DÓLARES POR HORA QUE PASA DE NUESTRA VIDA.
Esto es lo que le cae a la Argentina solamente por concepto de Intereses, porque los vencimientos de Capital - que no se cancelan por amortización sino que se renuevan en su totalidad (roll over contínuo de las obligaciones públicas) oscilan entre los 20 y los 13.000 MD por año, según como se tome el Perfil de Vencimientos de la Deuda.
Si se considera la diferencia entre los Intereses Devengados - 8.000 MD - y los previstos a pagar según el Presupuesto 2006 - 3.500 MD - tenemos así que se capitalizarían por anatocismo unos 4.500 MD por año.
Pero volvamos a nuestro punto de la DEUDA PESIFICADA.
Al 31.12.05, según cifras oficiales, la Argentina tenía aproximadamente el 40 % de su Deuda Pública en pesos: 62.200 MD sobre el total declarado de los 152.200.Estrictamente hablando, se trata en realidad de obligaciones en pesos por algo más de 186.000 MS, que equivalen a los 62 mil millones de dólares citados. La mayoría de esta Deuda - 53.600 MD - se ajusta por CER (el Coeficiente de Establización de Referencia), un indicador que corresponde a la Inflación pasada).Con un ritmo de Inflación de dos dígitos (que no baja del 10 %), ello significa que la Deuda Pública en pesos crece automáticamente por el equivalente a más de 5.400 MD por año (53.600 x 0.10).Como en el 2005 el Índice de Precios Minoristas (IPC, equiparable al CER) fue de 12.3 %, el aumento producido en el stock de Capital habría sido así de 6.600 MD (53.600 x 0.123).Es decir, que SOLAMENTE POR INDEXACIÓN DE LA PARTE DE DEUDA EN MONEDA LOCAL EL ESTADO ARGENTINO VE AUMENTAR INERCIAL O AUTOMÁTICAMENTE EL STOCK DE SU DEUDA PÚBLICA ENTRE 5 Y 6 MIL MILLONES DE DÓLARES POR AÑO.
Según datos del Ministerio de Economía recogidos en un artículo periodístico, como consecuencia del reajuste por CER la Deuda del Estado Argentino se incrementó en unos 15.200 M$ (5.200 MD) solamente en 9 meses durante el año 2005: entre Abril y Diciembre.(3)
POR CADA PUNTO QUE AUMENTA LA INFLACIÓN (1 % CER) LA DEUDA CRECE UNOS 1.600 MS (MÁS DE 500 MD).
A este gravísimo problema de la Deuda Pesificada (que obviamente es de carácter acumulativo) se suman los ya citados de la Capitalización de Intereses - otros 4.500 MD anuales - y a esto hay que agregarle el peso (también creciente) del monto real de las Unidades Ligadas al Crecimiento del PBI (UL PBI), que para este año implican desembolsos por más de 550 MD (más otros 550 por compromiso de recompra anticipada de bonos).
Estos tres conceptos - Capitalización de Intereses, Indexación de la Deuda Pesificada y Adicional por UL PBI - unidos a la incapacidad de pago del Capital y de la totalidad de los Intereses Devengados constituyen, en la practica, los principales "agujeros negros" de la supuesta Solvencia Fiscal de la Argentina.
III. COSTO FINANCIERO DE LA POLÍTICA CAMBIARIA.
Este punto corresponde a la tercera de las causales propias del rebrote de la Inflación en la Argentina de hoy, citada más arriba.
3. LA EMISIÓN MONETARIA PARA SOSTENER EL TIPO DE CAMBIO.
Toda esta carga adicional de la Deuda que estamos analizando - de magnitud no cuantificada oficialmente pero de gravedad extraordinaria - representa el principal factor de aumento que está pesando hoy en el Gasto Público, ya sea que los Servicios de la Deuda se abonen o que se sigan capitalizando sistemáticamente como hasta ahora, conformando otra vez una "bola de nieve" tan impagable como la Deuda misma.
Pero a este costo directo sobre las Cuentas del Estado a través del Ministerio de Economia - que se muestran en el Presupuesto del Ejercicio - hay que agregarle el costo financiero cuasi-fiscal del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que incide y determina la existencia de otra Deuda paralela aquí, ligada a la Política Monetaria, Cambiaria y Financiera del Gobierno a través del BCRA. Y que pesa y determina la nueva Inflación en forma tanto o más peligrosa que la primera.Cabe destacar que esta Deuda del BCRA - los mismo que las Deudas del Consolidado de Provincias y Municipios, y la de los Fondos Fiduciarios - no figura dentro de los 152.000 MD (ó 160/170.000, según cómo se lo calcule) de la Deuda Pública Total del Estado según publica el Ministerio de Economía.
En el caso del Banco Central la cosa tiene un sesgo particularmente preocupante.
Ocurre que la Argentina post-Convertibilidad ha entrado en un círculo vicioso "perfecto" de nuevo Endeudamiento Público fiscal (del Estado Central) pero también cuasi-fiscal (del BCRA) - bajo un esquema ahora institucionalizado junto con el Megacanje Kirchner de Junio de 2005 - y que puede sintetizarse así:
1. El BCRA emite dinero sin respaldo para comprar dólares, que se utilizan para sostener la Política de Tipo de Cambio Alto y acumular reservas excedentes que se aplican a pagos extraordinarios de la Deuda Externa (como el caso de los 9.530 MD abonados al FMI el 3.3.06).
2. La mayoría de esa inyección de fondos en pesos, que aumenta la Base Monetaria, luego el propio BCRA la absorbe o "esteriliza" colocando Letras y Notas en el Mercado Financiero (LEBAC y NOBAC), por las cuales paga Interés bajo forma de diferencial de precios; y
3. Estas Letras son renovadas contínuamente - en forma semanal - con un grupo de grandes bancos compradores de los títulos, pagando el BCRA tasas cada vez más caras y reciclándose las deudas a plazos cada vez más cortos.
Las últimas colocaciones de LEBAC lo fueron con Tasas de Corte del 7 % a 90 días y con un horizonte de tiempo promedio en materia de renovación entre 2 y 3 meses; y las que se emiten a un año están dando un rendimiento al inversor (esto es, un costo para el Banco del Estado) del 11.45 %. A su vez, las NOBAC - que se emiten con plazos mayores a un año - se colocan a Tasa BADLAR más 6 %, lo que representa una tasa total del orden del 12.5 % anual. Todo esto significa que, por carácter transitivo, LA ARGENTINA SE SIGUE ENDEUDANDO PARA COMPRAR DÓLARES (una parte de los cuales, a su vez, va destinada a pagar Deuda).
Según datos del BCRA al 10.5.06 el stock de LEBAC es de 29.100 MS (casi 10.000 MD); y su tendencia va en aumento de montos, incremento de tasas y reducción de los plazos de colocación: una combinación cada vez más peligrosa. El aumento de la cantidad de dinero emitido para comprar dólares presiona sobre la Base Monetaria en forma inflacionaria y entonces EL GOBIERNO INCURRE EN LA PRÁCTICA PERVERSA DE APELAR A MEDIDAS ECONÓMICAS (Acuerdos de Precios, limitaciones salariales y jubilatorias, acotamiento de Gastos Públicos, etc.) PARA PALIAR LOS EFECTOS DE SU POLÍTICA MONETARIA, CAMBIARIA Y FINANCIERA, QUE ESTÁ DISEÑADA EN FUNCIÓN DE LA DEUDA.
Además, con la emisión de bonos en pesos ajustados por Inflación, el Gobierno está concediendo un irritante PRIVILEGIO DE INDEXAR LAS DEUDAS FINANCIERAS DEL ESTADO MIENTRAS SE MANTIENE LA PROHIBICIÓN DE ACTUALIZAR VALORES POR INFLACIÓN EN EL RESTO DE LAS OPERACIONES ECONÓMICO-FINANCIERAS. ESTA ASIMETRÍA POR TRATAMIENTO PREFERENCIAL DE LA DEUDA SOBRE TODO OTRO RUBRO DEL GASTO PÚBLICO, UNIDA A LA APERTURA DE UNA "VENTANILLA" PARALELA DE ENDEUDAMIENTO A TRAVÉS DEL BCRA, POTENCIA EL CRECIMIENTO DE LA DEUDA Y SU PESO SOBRE EL PANORAMA DE PRESIONES INFLACIONARIAS DERIVADAS DE CAUSALES FINANCIERAS MÁS QUE ECONÓMICAS.
Con todo esto (Deuda de la Administración Pública y del Banco Central) se va generando cada vez más una "combinación explosiva" que tarde o temprano - por el momento, en un futuro impredecible - va a desembocar inexorablemente en una nueva Crisis de Deuda, con sus características y sus "recetas" de siempre: nuevas reestructuraciones de las obligaciones bajo condicionamientos más sofisticados, realizadas ya sea en "dosis" pequeñas o graduales o bien a través de grandes megacanjes. Y estas reestructuraciones - producto de la Crisis permanente de la Deuda por manifiesta incapacidad de pago de la Argentina - serán, otra vez, presentadas ante la Opinión Pública como supuestos éxitos de negociación del gobierno de turno, como ocurrió con los Acuerdos de Nueva York de 1985/87 bajo la administración Alfonsín, el Plan Brady de 1992/93 bajo la administración Menem, el Megacanje de Junio/2001 bajo De la Rúa-Cavallo y ahora con el Megacanje Kirchner de Junio/2005.
ES EL MITO DEL ETERNO RETORNO APLICADO A LA LÓGICA DE LA USURA QUE RIGE EL SISTEMA DE LA DEUDA PÚBLICA.
LA TASA DE INTERÉS COMO FACTOR DE INFLACIÓN.
Un último punto a tratar, para redondear este análisis de las relaciones muy especiales entre Deuda e Inflación. Es paradójico - por no decir sintomático - que la Tasa de Interés es considerada comúnmente un instrumento para frenar la Inflación cuando, por el contrario, su efecto inmediato es presionar en forma inmediata sobre la Inflación.
Este asunto es muy largo y discutible pero, en lo que toca a nuestro tema de la relación entre Inflación y Deuda cabe resaltar lo siguiente:
1. Cuando el Estado sale a colocar Bonos Públicos está ofreciendo Tasas de Interés relativamente altas que inciden en la Economía en forma general y fijan, en la práctica, un "piso" a las tasas de los mercados financieros.
2. Por otra parte, al tomar fuertes sumas de dinero en la plaza - que le son prestadas por un grupo limitado de grandes bancos (que actúan, en la práctica, en forma cartelizada) - el Estado resta capacidad prestable a esos bancos para dar créditos al Sector Privado, presionando adicionalmente la suba de las tasas de interés.
3. Como para las Empresas el Interés es un Coste - el principal y más grave costo de las compañias es precisamente el Coste Financiero - este coste se traslada, como todos los "insumos", directa o indirectamente a los Precios. Con lo cual aumenta la presión inflacionaria sobre precios de Bienes y Servicios en el Mercado.
Y como los tiempos de las Finanzas (tasas de corto plazo, descubiertos, operaciones inter-bancarias, especulaciones bursátiles y todo tipo de inversiones financieras) son siempre mucho más rápidos que los tiempos de la Economía, la incidencia del aumento de las Tasas de Interés derivada de la Política de Endeudamiento Público repercute así en forma cuasi-inmediata en la actividad económica en general y contribuye gravemente a la presión inflacionaria.
DADO QUE EL ESTADO - A TRAVÉS DE SU DEUDA PÚBLICA - FIJA DE ESTE MODO EL "PISO" DE LAS TASAS DE INTERÉS DEL MERCADO, CON ELLO DETERMINA TAMBIÉN UNO DE LOS PRINCIPALES FACTORES DE INFLACIÓN EN LA ECONOMIA.
Y DE ESTE MODO LA DEUDA PÚBLICA SE TRADUCE EN INFLACIÓN; Y LA INFLACIÓN INDEXA LA DEUDA PÚBLICA EN PESOS Y AUMENTA EL COSTE FINANCIERO DEL SECTOR PRIVADO, CON LO QUE EL CÍRCULO VICIOSO DE LA DEUDA SE CONSOLIDA SOBRE LAS FINANZAS PÚBLICAS Y LA ECONOMIA NACIONAL EN SU CONJUNTO.
Héctor Giuliano
(*) Abreviaturas: M-Millones, D-Dólares y $-Pesos
(1) Sobre estos puntos pueden consultarse tres trabajos recientes del Autor - todos en www.eltraductorradial.com.ar - Traductor Gráfico - que son los siguientes: El Megacanje Kirchner: Balance y Perspectivas (14.2.06), El Quantum de los Intereses de la Deuda Pública (25.10.05) y El verdadero monto de la Deuda Pública (17.10.05).
(2) Trabajo de Mario Cafiero y Javier Llorens (que todavía no ha sido editado formalmente) en el Anexo III: La triplicidad del Ministerio de Economía en la cuestión de la Deuda, dentro del estudio titulado El FMI y la debacle argentina 1976-2003.
(3) Artículo de Ismael Bermúdez en Clarín del 9.4.06 titulado Ya está en pesos cerca de la mitad de la Deuda Pública (página 20).
