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Programa 16 de agosto de 2007

  • Informe Especial "Día del niño"



    • Iqbal Masih, el niño mártir que luchó contra la esclavitud infantil


      El domingo 16 de abril de 1995 Iqbal Masih fue abatido a tiros en su ciudad natal de Murikde, en la provincia pakistaní del Punjab, mientras paseaba en bicicleta. El muchacho, que anteriormente había sido trabajador infantil forzado en una fábrica de alfombras, posteriormente se convirtió en un activista que ayudó a otros niños trabajadores a conocer sus derechos y a obtener su libertad. En memoria de Iqbal, símbolo de los 400 millones de niños esclavos, se reivindica el 16 de abril como Día Internacional contra la Esclavitud Infantil.

      Cuando tenía cuatro años, Iqbal fue vendido como trabajador forzado al dueño de una fábrica de alfombras del Punjab. Su padre recibió un préstamo de 600 rupias ($12) del propietario de una fábrica de alfombras para la boda de su primogénito. Para devolver el crédito, Iqbal trabajó más de 12 horas diarias en la fábrica de alfombras. Sin embargo, debido a los desorbitados intereses que le cobraba, la deuda aumentó de hecho durante varios años hasta llegar a 13.000 rupias. Al parecer, el dueño golpeó y abusó de Iqbal en el trabajo y lo encadenó al telar.En 1992, Iqbal Masih asistió a una reunió del Frente de Liberación del Trabajo Forzado en la que le informaron de sus derechos. Se levantó y pronunció un discurso espontáneo que fue publicado en los periódicos locales. Se negó a volver con su dueño y en su lugar obtuvo una «carta de libertad» utilizada por un abogado del Frente para enfrentarse al propietario de la fábrica que lo tenía como trabajador forzado.


      El trabajo forzado está prohibido según la Ley de Abolición del Trabajo Forzado que el parlamento de Pakistán aprobó en 1992, pero que en raras ocasiones se aplica. Según los cálculos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hoy en día en Pakistán hay en torno a siete millones y medio de trabajadores forzados infantiles, de los cuales más de medio millón trabajan en la industria de las alfombras.Posteriormente, Iqbal Masih se matriculó en una escuela del Frente para niños liberados del trabajo forzado y participó activamente en la liberación del trabajo forzado de otros niños. Esto le llevó al reconocimiento internacional, hablando ante parlamentos y universidades de Norteamérica y Europa, denunciando la responsabilidad que los habitantes del Norte del planeta tienen en la miseria de la infancia del Sur.

      No se lo perdonaron, y a su regreso, la mafia textil le asesinó el 16 de abril de 1995. Su muerte puso de manifiesto ante el mundo esa realidad dramática de más de 400 millones de niños que viven bajo las más diversas formas de esclavitud. Las mafias textiles de Pakistán le asesinaron a los 12 años porque las denunció internacionalmente. “No compren alfombras, hechas por niños esclavos”, dijo en Boston al recibir un premio por sus luchas solidarias. Dio su vida por denunciar las causas de este crimen. Iqbal se sabía amenazado de muerte por la mafia del empresariado (que forma parte de ese gran engranaje de la subcontratación del que se sirve el imperialismo multinacional para llevar su producción a los países empobrecidos), y libre y concientemente este niño esclavo desde los 4 años, había decidido entregar su vida.


      Su ejemplo transcendió internacionalmente y fue premiado en Estocolmo y Boston. Denunció la situación de sus millones de hermanos esclavos incluso en las Naciones Unidas. Con el premio no abrió un comedor sino una escuela. Cuando colocó la primera piedra su intención era hacerse abogado para continuar la lucha contra la esclavitud infantil.