- Literatura
Sobre Gelman
Por Diana Della Bruna
Dicen de nosotros que somos inocentes y también ignorantes. Ellos se dicen a sí mismos que hicieron un buen trabajo.
Sentimos nosotros que tenemos algo de muerto, de vacío, de sin sentido. Algunos de ellos, menos culpables, pero demasiado temerosos, llenaron nuestras vidas de espejos. Nos mostraron un mundo lleno de sol artificial. Nos dijeron que podíamos correr hasta el fin del mundo, pero el mundo no terminaba donde ellos decían.
Nosotros no desaparecíamos, nuestros amigos no se esfumaban. Todo era seguro bajo la luz blanca, fuerte, enceguecedora.
Pero aquellos, los más culpables, no pudieron hacer nada con la sangre. Porque la sangre no sólo bañaba las tierras, inerte e imborrable. La sangre se revolvía también en nuestras venas, en nuestros cuerpos, en nuestros corazones.
Y a la sangre no se le puede ocultar nada, se rebela y hace que los puños se aprieten con bronca, que los músculos se contraigan amenazantes, que los dientes rechinen y los ojos se nublen por las lágrimas de rabia, de impotencia.
Aunque no nos hablaron de los muertos del pasado, de aquello que pasó, tan injusto tan miserable, tan horrible, tan doloroso… ¿cuánto tiempo creían, ustedes, los más culpables, que podrían ocultarlo?
La sangre tira hacia la verdad, te impulsa. Encontramos lo que habían escrito los otros, los más hermosos, y sentimos en lo profundo de nuestro ser, que aquello también era parte de nosotros. Aunque ustedes quisieron borrarlo. Golpearon de nuevo, varias veces, de otras formas, con otros disfraces o con los mismos (¡Dios mío! Impunidad de lo abstracto. Ya sabemos de sus ficciones. Y lo que dicen de nosotros se cae a pedazos. ¿Inocentes? No, mientras permanezcamos quietos. ¿Ignorantes? Ya no más. ¿Muertos, vacíos, sin sentido? No está muerto quien pelea, no está vacío.
Hay una pelea que nosotros decidimos dejar de desatender y en esa lucha hasta los muertos vendrán del río, del campo, del cielo, del mar. Vendrán a ajustar cuentas. El verdadero sol volverá a brillar en estas tierras.
Artística: Luciano Caselli
Locución: Diego Slagter