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Quiénes están...
Por Roberto Navarro// Página 12
La inflación es el principal problema que heredará la presidenta electa Cristina Fernández el 10 de diciembre. El diagnóstico es que se trata de una crisis de oferta en un mercado hiperconcentrado, con empresas con posición dominante que abusan de esa situación.
Informe presentado por la Secretaría de Defensa de la Competencia.
Los 20 productos de la canasta familiar que más aumentaron desde la salida de la convertibilidad son manejados por oligopolios, que en la mayoría de los casos hacen abuso de su posición dominante en el mercado o directamente se cartelizan.
Cash tuvo acceso exclusivo a ese documento reservado que, entre otros datos, da cuenta de que:
· el 74,3 por ciento del mercado de aceite de maíz, que en los últimos cinco años aumentó un 212 por ciento, lo manejan Molinos Río de la Plata y Aceitera General Deheza.
Las mismas compañías venden el 70,4 por ciento del aceite mezcla, que en igual período subió un 172 por ciento.
· El mismo informe revela que el queso pategrás, el producto alimenticio que más se incrementó desde principios de 2002 –un 256 por ciento– es manejado por SanCor, que vende el 78 por ciento de lo que se consume en el país.
Poca Inversión + poca Oferta + suba precios = Ganancias extraordinarias
El consenso entre los principales economistas del Gobierno es que la inflación es fruto de la falta de inversión, que generó una asimetría entre la oferta y la demanda. Es decir: los industriales no invierten lo suficiente para comprar las máquinas necesarias para satisfacer un mercado que se expande a un ritmo cada vez mayor. “Como manejan el mercado, prefieren aprovechar la mayor demanda aumentando los precios que invertir; si hubiese una mayor competencia, esto no sucedería”, evalúan expertos que trabajaron en el informe.
Los duraznos al natural aumentaron un 231 por ciento desde que el dólar dejó de costar un peso. A partir de que Arcor compró la empresa Benvenuto, la compañía de la familia Pagani maneja el 68,2 por ciento de ese mercado. Un caso similar es el de las arvejas al natural, que ya subieron un 230 por ciento y que también luego de la citada transferencia empresarial son un producto manejado con comodidad por Arcor, que posee el 59,3 por ciento del mercado. El 52,4 por ciento de los tomates al natural que se consumen en el país también los comercializa Arcor luego de la absorción de Benvenuto y ya aumentaron un 229 por ciento.
La Ley de Defensa de la Competencia prohíbe taxativamente el abuso de posición dominante. Si bien no tiene la contundencia de una legislación como la norteamericana, que no permite un grado de concentración como el que se detalla en el párrafo anterior, sí deja claramente expresado que ese dominio de un mercado no puede ser utilizado para abusarse ni de los consumidores ni de la competencia. Pero esta ley rara vez es utilizada.
Practicas abusivas de posición dominante en el mercado
Existen distintas prácticas mediante las cuales las grandes empresas utilizan deslealmente su poder. Una importante cadena de supermercados reveló a Cash en estricta reserva que una de las compañías de alimentos más grandes del país le restringe la entrega de sus marcas líderes en el caso de que les compre a sus competidores. Esta práctica está explícitamente mencionada en la Ley de Defensa de la Competencia como abuso de posición dominante. La presión también se ejerce sobre los proveedores. Por ejemplo, una empresa líder le dice a un productor de tomates: “Te compro toda la producción y te la pago de contado, pero si me entero de que te guardaste algo y se lo vendiste a la competencia no te compro más”. El pequeño productor, al que le gustaría diversificar su clientela, sabe que no puede perder semejante cliente y acepta. El competidor del líder se queda sin tomate. Así la compañía grande va fundiendo a las pequeña y termina comprándolas a precio ganga.
Las gaseosas base cola aumentaron un 146 por ciento desde principios de 2002. Entre Coca Cola y Pepsi dominan el 84 por ciento de ese mercado: la primera, el 60 por ciento y la otra, el 24. Una práctica habitual en este sector es realizar contratos anuales en los que se negocia exclusividad por una cierta cantidad de producto a precio cero. Esto también está prohibido por la ley.
El 81,4 por ciento del mercado de cerveza está en manos de Quilmes y Brahma. Quilmes, con sus marcas Palermo, Andes, Norte y Bieckert, tiene el 65,7 por ciento y Brahma, el 15,7 por ciento. La cerveza común acumula desde el abandono de la convertibilidad un incremento del 127 por ciento.
Un caso similar ocurre con el pan lactal, que ya subió un 137 por ciento. Fargo controla el 58,5 por ciento del sector y Bimbo, el 20,6 por ciento. Para peor Bimbo compró Fargo y, aunque el tema aún se discute judicialmente con la Secretaría de Defensa de la Competencia, si, como siempre, termina aprobándose la operación, manejará casi el 80 por ciento del mercado. Un producto muy sensible que opera de la misma manera es la leche fresca, que ya subió un 115 por ciento. Entre Danone y SanCor controlan el 66 por ciento de la venta.
Hasta hace 15 años ninguna empresa en el país tenía más del 8 por ciento del mercado de fideos. En la actualidad Molinos Río de la Plata vende el 56 por ciento de los fideos que consumen los argentinos. La mayor parte de su ascenso se basó en comprar las empresas de sus competidores. Desde esa posición de poder pudo incrementar los precios de ese producto un 123 por ciento. El otro alimento que la empresa de Perez Companc maneja claramente es el arroz blanco grano simple, consumo de los sectores de más bajos ingresos. Molinos tiene el 52 por ciento de ese mercado, otro 23 por ciento lo controla Química Estrella. Así el arroz aumentó un 149 por ciento.
La yerba mate, uno de los productos de almacén de mayor consumo en el país, es prácticamente dominado por una sola compañía: Las Marías controla el 88 por ciento del mercado. Desde enero de 2002 subió sus productos un 128 por ciento.
Desde la salida de la convertibilidad la inflación fue del 99,4 por ciento. El rubro alimentos y bebidas fue el segundo que más subió, registrando una suba del 136,1 por ciento.
La Secretaría de Defensa de la Competencia elaboró un informe que revela de manera contundente que los 20 productos que más aumentaron en los últimos cinco años son controlados por oligopolios.
SUPERPODERES
Empezaron en el gobierno nacional
Se extienden los superpoderes a la mayoría de las provincias
En 18 de ellas ya rige la reasignación de fondos sin ningún control legislativo
Más de la mitad de los gobernadores argentinos tiene la facultad de reasignar partidas presupuestarias sin pedir permiso a las legislaturas de sus provincias. En 18 de los 24 distritos (se incluye la ciudad de Buenos Aires), los mandatarios cuentan con facultades extraordinarias. Son los denominados “superpoderes”. En el caso de las provincias, los permisos especiales que consiguieron los gobernadores involucran, sumados, algo más de 40.000 millones de pesos. No todos ellos administran el mismo poder. Algunos incluyen año tras año un artículo especial en la ley de presupuesto para que nadie les ate las manos. Otros tienen límites. En la ciudad de Buenos Aires, desde hace años se habilita al jefe de gobierno a mover partidas hasta un monto que no supere el 5% del presupuesto. Son 500 millones de pesos por año.
A Mauricio Macri, jefe de gobierno electo, le permitirán como excepción reasignar recursos desde que asuma, el 10 de diciembre, hasta fin de año. El motivo es que habrá una nueva ley de ministerios. Como se fusionaron algunas áreas y se dividieron otras, entonces Macri tendrá que corregir el destino que se le dará a muchos millones de pesos.
El Gobierno gastará $26.110 millones sin control legislativo
La cifra corresponde a todo 2007
El presupuesto nacional pierde su razón de ser. No importa lo que apruebe el Congreso: el Gobierno, por medio de los decretos de necesidad y urgencia (DNU) y de los superpoderes presupuestarios, modifica y reasigna luego los recursos a su arbitrio. A tal punto decayó el papel del Congreso que, sólo este año, el Gobierno gastará $ 26.110 millones más por fuera del presupuesto, sin control legislativo. Esta cifra no es una exageración de la oposición. Lo asevera el propio Ministerio de Economía en el proyecto de ley de presupuesto 2008, que se tratará este miércoles en la Cámara de Diputados. Pocos saben que la iniciativa no sólo incluye las previsiones presupuestarias para el año próximo, sino también una estimación del cierre de gastos y recursos de 2007. Esta suba del gasto público representa un 23,1 por ciento más que el originalmente propuesto para este año. Así se sintetiza en un informe que elaboró la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP). Se trata de la suba más importante desde que asumió Kirchner, en 2003. Según un trabajo del diputado Luis Galvalisi (Pro-Capital), el gasto público casi se triplicó desde que asumió Kirchner: de 59.708 millones presupuestados en 2004 a 161.486 millones previstos en 2008. El destino del dinero ¿A qué se han destinado tantos millones de pesos este año? No a un fondo anticíclico, como funciona en otros países, para prevenir épocas de "vacas flacas". Fue al aumento del gasto. Como indica ASAP, los incrementos no presupuestados se destinaron a prestaciones previsionales (jubilaciones y pensiones) y, en segundo término, a subsidios al sector energético y al transporte. También influyeron los aumentos en remuneraciones y los gastos en intereses de la deuda pública. El presupuesto 2008, el primero de la gestión de Cristina Kirchner, no será demasiado diferente:
Crecimiento: se estima en un 4 por ciento, pero sería una pauta subestimada. Así lo desliza ASAP cuando asegura que ya con el efecto arrastre de este año, "el 4% estimado para 2008 parece exiguo" y que si verdaderamente imperara ese porcentaje "la economía debería quebrar la tendencia positiva que viene registrando y estancarse en el resto de los meses".
Ingresos: están previstos en 169.463 mil millones para 2008, pero la recaudación será mayor, según ASAP. Máxime desde que se dispuso un aumento en las retenciones al agro y al petróleo. "La suba de las retenciones se ordenó para cubrir el déficit encubierto, producido sobre todo por el aumento de la deuda pública, de salarios, jubilaciones y subsidios", dijo Galvalisi.
Gasto primario: subirá un 16 por ciento. Mayormente se destinarán recursos a prestaciones a seguridad social y remuneraciones por los aumentos destinados este año. No hay aumentos anunciados para 2008.
Préstamos y subsidios: se incrementará un 108 por ciento respecto del presupuesto 2007 (15.872 millones).
