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Programa 22 de noviembre de 2007

  • Internacionales



Mozambique: socialismo, guerra civil y orden neoliberal.


Por Mauricio David Idrimi

Mozambique, ex colonia de Portugal y que en tiempos de guerra fría protagonizó una larga lucha por su liberación nacional para fundar un estado socialista en 1975, ahora es otro de los tantos países del Sur sometidos a las directrices de la aldea global neoliberal. Esta vez, tenemos noticias de su deuda pública, y no de su vida política “democrática” diseñada por Washington y la Unión Europea, que en los años del decenio de 1990 impusieron el orden del libre mercado en ese país de Africa austral.

Según nos informa la agencia de noticias Africa News, el 20 de noviembre del presente año, “la deuda pública externa de Mozambique tenderá a crecer en los próximos años a pesar de que el gobierno va a priorizar el apoyo a la deuda mediante donaciones y créditos concesionales, según indicó Antonio Laice, director nacional del Tesoro del Ministerio mozambiqueño de Finanzas”. Además añade:

Laice hizo estas declaraciones en el "Seminario de Gestión de la Deuda", celebrado esta semana por el Grupo Mozambiqueño de Deuda (GMD), en la ciudad de Maputo. Según señaló el director del Tesoro, el conjunto de la deuda externa, según las condiciones económicas del 31 de diciembre de 2006, ronda los 33.000 millones de dólares americanos, como consecuencia del perdón de los años anteriores, pero también de los créditos que el país ha ido contrayendo anualmente.

Nada nos debe extrañar sobre este presente mozambiqueño. Como sucedió con las ex repúblicas socialistas africanas, Mozambique pasó de tener un pasado de fuertes reivindicaciones independentistas y un apoyo solidario a los movimientos revolucionarios del Tercer Mundo, para caer luego de 1989 a las fauces del neoliberalismo. La transición del socialismo local al orden neoliberal capitalista estuvo acompañada de una cruenta guerra civil que debilitó a la población y la condenó a una terrible pobreza.


Pasado precolonial

La historia mozambiqueña se remonta a un pasado precolonial rico. Desde el siglo VIII DC., comienzan a asentarse en la costa del país comunidades de idiomas bantúes. En ese tiempo, los comerciantes árabes mantenían relaciones en la región, particularmente en el norte a lo largo del Río Zambezi. Hasta el siglo XV, Mozambique fue el destino de diferentes migraciones de pueblos de lenguas bantúes que fueron asentándose en la región. A partir de ese siglo se refuerza la presencia de comerciantes árabes que colocan a Mozambique en el centro del comercio del interior del continente con el resto del mundo. Entre los siglos VIII -XIV, habían ido surgiendo numerosos puertos que basaban su economía en el comercio con los árabes y de cuyas relaciones nacería la lengua franca del swahili.

La llegada de la colonización portuguesa

Hacia el siglo XV empezaría la triste historia colonial europea para Mozambique. En 1498, el navegante Vasco da Gama hace escala en el puerto de Sofala y, a la vista del intenso tráfico que en dicho puerto se realiza, promueve ante la corte portuguesa el interés por la región. En 1505 Portugal ocupa el puerto de Sofala y poco después comienzan la creación del puerto de la Isla de Mozambique que durante los años siguientes se convertirá en uno de los puertos importantes en la ruta a la India. Aunque desde un principio, los portugueses comienzan a hacer prospecciones en busca de oro adentrándose en el interior del continente, no será sino hasta finales del siglo XVI y durante el siglo XVII, cuando los portugueses comiencen a adentrarse en la cuenca del río Zambezi y creen las dos primeras guarniciones y puestos comerciales de Sena y Tete. Durante los siglos siguientes Portugal obtendrá sus mayores beneficios en Africa de su posición dominante en el mercado de esclavos, primero con destino a su colonia en Brasil y después para el resto de colonias europeas en América y en el resto del mundo. En el siglo XVIII, Portugal será el primer país europeo en aprobar la abolición de la esclavitud y prohibir el comercio de esclavos, incluyendo en sus posesiones en Mozambique, pero la realidad fue muy diferente y tratantes portugueses serían de los últimos en desaparecer. A finales del siglo XIX, los portugueses se encontraron con la rebelión de muchas poblaciones contra la explotación inhumana que realizaban los colonos portugueses. De estos levantamientos, el más importante fue el dirigido por Gugunhama (Gugunyame); contra el que Portugal envió a uno de sus principales militares, al papista e inquisidor Mouzinho de Alburquerque, que consiguió reprimir la rebelión y apresar a su dirigente en 1895, desterrándolo fuera de Mozambique. Su nombre sería en adelante sinónimo de la lucha mozambiqueña por su independencia.

La lucha por la liberación nacional

Hacia el siglo XX, y principalmente luego de 1945, Mozambique entra en la etapa de la guerra por su liberación de Lisboa y su régimen fascista del general Salazar (en el poder portugués desde el decenio de 1920). En 1951, Mozambique fue declarada Provincia exterior de Portugal y se empiezan a crear los primeros movimientos independentistas en honor al prócer Gugunhama. En 1962, Eduardo Mondlane crea el FRELIMO (Frente para la Liberación de Mozambique) y comienza la guerra de independencia. En 1970, Samora Machel y Marcelino Santos asumen la dirección del FRELIMO y se alinean a las ideas antiimperialistas y marxistas de la Revolución Cubana. Con apoyo de los cubanos, los patriotas del FRELIMO combaten a las fuerzas del colono portugués hasta que en 1974 se llega a un alto el fuego. En ese año, tras la Revolución del 25 de Abril que acaba con la dictadura fascista en Portugal, los nuevos gobernantes negocian con el FRELIMO la salida del ejército portugués de las tierras de Mozambique y su independencia que llega en 25 de julio de 1975. El líder Samora Machel forma el primer gobierno con el objetivo de utilizar el socialismo como camino para el desarrollo del nuevo país, con apoyo de Cuba, la URSS y el Movimiento de Países No Alineados.

Socialismo resistente contra la guerra civil sucia de racistas e imperialistas

Ante la declaración del socialismo mozambiqueño, en 1975, unas 500.000 personas pertenecientes a las familias de los antiguos colonos portugueses abandonan el país con destinos tan diferentes como Portugal, Sudáfrica, Brasil o Australia, temiendo las represalias por parte de la población africana, resentida por los largos años de explotación y opresión padecidos. En 1977, el FRELIMO, apoyado por La Habana y Moscú, es declarado como el único partido, a la vez que antiguos colonos y mercenarios contratados con la financiación y apoyo logístico de Sudáfrica y Washington, crean la RENAMO (Resistencia Nacional de Mozambique) e inician la guerra contra el gobierno de Samora Machel. Mientras tanto el FRELIMO decreta nacionalizaciones y una reforma agraria, como así también recibe ayuda técnica y social de los cubanos para las cuestiones de gestión pública en educación y salud gratuitas para los sectores pobres.
El fin del socialismo y el arribo del orden neoliberal

En 1984, Mozambique y Sudáfrica firman un acuerdo de no agresión. Pero Sudáfrica y la Casa Blanca querían deshacerse de Machel. En 1986, se estrella misteriosamente el avión en que viajaba Samora Machel, y Joaquim Chissano es nombrado nuevo presidente. La guerra civil continúa su curso entre el gobierno y los contrarrevolucionarios de la RENAMO. En 1991, el FRELIMO y la RENAMO firman un alto el fuego a la vez que inician conversaciones de paz con la supervisión de las Naciones Unidas. La guerra civil costó la vida de 1 millón de mozambiqueños, y 1,7 millones se refugiaron en estados vecinos, y varios millones más fueron indispuestos internamente. En 1993, se firma el desarme de las tropas de la RENAMO y la incorporación de sus tropas al ejército nacional, a la vez que se inicia el proceso para la celebración de elecciones multipartidarias. Para entonces el socialismo se deja de lado y llegan los acuerdos con la Unión Europea y Estados Unidos para obtener ayuda económica y financiera del Banco Mundial y el FMI. En 1994 se celebran las elecciones de las que Chissano saldrá reelegido presidente con el 53 % de los votos a la vez que el FRELIMO obtenía la mayoría parlamentaria, pero ahora bajo la égida de un “estado de derecho democrático y liberal”.
Debido a una guerra civil prolongada provocada por los racistas blancos sudafricanos y la Casa Blanca, Mozambique fue convertido en el país más pobre del mundo. Estaba al punto de desastre económico hacia 1990. La economía se había estancada tanto que la inversión extranjera privada era casi imposible obtener. Aunque en realidad, Washington presionaba a los bancos extranjeros y al Banco Mundial y el FMI a no otorgarles créditos a Maputo, mientras era aliado a Moscú y Cuba. Las Naciones Unidas proporcionaron $330 millones de dólares de ayuda de emergencia hacia 1987, pero nada más que eso. Cuando el reformista Chissano fue elegido presidente en las primeras elecciones democráticas liberales en Mozambique, su gobierno aplicó normas económicas del mercado libre, que dieron al sector privado un papel más predominante en la economía. El gobierno privatizó las empresas estatales ineficientes, pero la economía se tambaleó y el desempleo está llevando a muchos ex-combatientes al bandidaje y el crimen urbano. Multinacionales europeas invierten en el sector de la explotación de minerales y de los pocos recursos petroleros que existen en el país.

¿Corolario de las supuestas bondades del neoliberalismo mozambiqueño? El peor. Con una población de casi 20 millones de habitantes, Mozambique tiene un 100,9 por 1.000 de mortalidad infantil, una esperanza de vida de 50 años, y una tasa de analfabetismo de 40 % en hombres y casi 70 % en mujeres. Los principales socios comerciales de Mozambique son Sudáfrica, que invierte en los sectores energéticos del país, la Unión Europea (que absorbe el 66,4 % de las relaciones comerciales) y China (que absorbe el 8,6 %).

Si bien el socialismo mozambiqueño no ha podido hacerle frente a la desagradable herencia colonial portuguesa, debido a la guerra civil sucia provocada por Sudáfrica racista y Estados Unidos, que tuvo que enfrentar el gobierno de Machel, tampoco el orden neoliberal “democrático” trajo los beneficios que prometía luego del final de la guerra fría. Mozambique ahora está sumergido en las reglas del neocolonialismo del Consenso de Washington y la estafa de la deuda externa.

ANEXO: Tomado de www.pangea.org/hendrik/imagenes/Celso.htm - 58k
Mozambique fue el primer candidato a la iniciativa en favor de los PPME (Países Pobres Muy Endeudados) en 1996 y entonces se pensó que el plan para el alivio de la deuda liberaría finalmente al país de la esclavitud que constituía la deuda. Pero en 1998, Mozambique, con 6.000 millones de dólares de deuda, se encontró reembolsando todavía más de 100 millones de dólares al año en servicio de la deuda. La reducción efectiva ascendió a poco más de 10 millones de dólares al año solamente, de modo que Mozambique siguió pagando por concepto de servicio de la deuda más del 20% de su ingreso de divisas. Los acuerdos entre el gobierno y el BM eran mantenidos en secreto. Pero la publicación de una carta de acuerdo de marzo de 1998 entre el Banco Mundial y el Gobierno, de la cual ni el Parlamento ni la sociedad civil habían tenido conocimiento y en la que el Gobierno aceptaba cumplir varias condi­ciones macroeconómicas, para que se le concediese el alivio de la deuda como PPME, causó gran protesta. (Unas de las condiciones era la privatiza­ción del suministro de agua municipal.)

La protesta por las condiciones impuestas para la obtención del alivio [entre otras por el movimiento Jubileo 2000] condujo a que se hicieran unas concesiones ligeramente mayores a mediados de 1999. Para obtener este alivio adicional, el Gobierno aceptó cumplir 71 condicio­nes nuevas impues­tas por el FMI, entre otras la prohibición de reactivar la industria de trans­formación del anacardo utilizando las políticas industriales tradicionalespor lo cual la economía de la gente empobrecida se caerá todavía más.

En 1995, el FMI criticó públicamente la decisión del gobierno de Mozambique de subir el salario mínimo a unos 20 dólares al mes.
A pesar de contar con un porcentaje de 54% de la población que se encuentra desnutrida, la exportación en el sector pesquero mostró ‘exce­lentes’ resultados: +20%.

El PIB creció en los años 1996-99 con casi un 10% (uno de los porcentajes más altos del mundo). La industria minera (para la exportación) creció unos 30% en los años 1997 – 1998Este aumento es debido a que, por imposi­ción del FMI y el BM, se bajaron los impuestos sobre las exportaciones, con lo cual el país se hizo ‘más atractivo’ para las multinacionales. El estado prácticamente regala la riqueza del país a las multinacionales que ven aumentados sus beneficios.