Aviso de Tormenta de Ramón Cote Bairabar
Pasan las horas de la tarde
y este gris
acumulado durante semanas no se decide
a ser tormenta.
Por todas partes de la ciudad se siente un presagio
de trueno, por todas las esquinas se huye
de su amenaza de metal,
como de un temible cuchillo.
Quizás eso explique el esquivo
perfil de sus habitantes, el retroceso
de palomas en los parques,
el angustioso pregón de los loteros y hasta la impaciencia
de los vendedores de paraguas.
Sucede que de su veredicto depende
tanto cautiverio. Basta una advertencia,
un tácito relámpago rasgando el cielo
para que toda esta américa sea limitada y muda,
y para que los cerros del oriente,
que parecían protegernos,
se conviertan en cómplices de su resonancia.
Así se vive en estas TIERRAS del Sur:
esperando que pase lo peor
y llegue el día en que todos
podamos habitar la merecida inmensidad
del cielo azul
que desde hace siglos se nos niega.
SEGUIMOS EXIGIENDO AL GOBIERNO NACIONAL Y AL GOBIERNO PROVINCIAL LA APARICION CON VIDA DE JORGE JULIO LOPEZ.