Ferdinand Marcos Dictador de Filipinas entre 1965 y 1986
“Para doblegar a comunistas y mantener la paz dentro de una sociedad, no hay mejor y rápida solución que la Ley Marcial, la cual lleva a la libertad y los valores verdaderos…”
Durante la segunda guerra mundial fue oficial del ejército de su país y combatió junto a las fuerzas de EE UU contra Japón. Como estudiante de derecho de la Universidad de Manila, se destacó como un ferviente militante anticomunista y un activista nacionalista conservador.
En 1946 pasó a ser ayudante del primer presidente de su país y fue miembro de la Casa de Representantes durante diez años y luego formó parte del Senado. Se jactó de tener un papel esencial en el movimiento de resistencia de su país contra el invasor japonés, aunque después de su fallecimiento se demostró que apenas había participado en las actividades de liberación nacional entre 1942 y 1945.
En 1965 logró convertirse en presidente de su país a través de elecciones libres y se alió firmemente a Estados Unidos en la guerra fría.
Anticomunista convencido, envió tropas a combatir a Vietnam del Sur para luchar junto a los yankis contra el Vietcong comunista. Reelegido presidente en 1969, a lo largo de su segundo mandato tuvo que hacer frente al recrudecimiento de la guerrilla urbana y a las revueltas estudiantiles. En 1972 instauró un régimen militar autocrático y tuvo que enfrentar a una guerrilla marxista y una guerrilla islámica que trataban de socavar a su dictadura pro occidental.
Durante su gobierno, la mayor parte de las 500 empresas estatales fueron iniciativas privadas de los amigos de nuestro personaje, quienes las utilizaron para amasar fortunas personales. Una vez quebradas sus finanzas, dichas compañías pasaban al poder del Estado con fabulosas deudas.
Su asesor personal, llamado Disini, había ordenado construir un castillo en Viena, Austria, y cuando varias de las 52 empresas de aquel funcionario quebraron en 1982, éste dejó que los bancos gubernamentales pagaran sus deudas.
La fortuna de su esposa Imelda, conocida como la “Mariposa de Hierro”, fue calculada en 10.000 millones de dólares, la cual fue acumulada durante los años de su dictadura.
Tenía en los bancos suizos unos 600 millones de dólares acumulados durante su dictadura apoyada por el FMI y el Banco Mundial. Conforma la lista de los diez gobernantes más corruptos y represores de la historia del siglo XX en el Tercer Mundo: se le acusa de violación de derechos humanos en las campañas militares contra las guerrillas rurales y del asesinato de miles de opositores políticos.
Por presión popular interna y de la comunidad internacional, abandona el país en 1986 para exiliarse a Hawai, donde moriría en 1989.
