- Editorial
De Occidente a Oriente, de Norte a Sur
Las pretendidas sociedades “libres” y “democráticas” de esa región imaginaria llamada Occidente contraatacan ideológicamente haciéndonos creer que la mujer vive en la plenitud de la libertad y fuera del peligro de la explotación.
Se jactan de que la mujer no sufre las injusticias de sociedades “machistas” fuera de sus fronteras, de sociedades a las que no dudan en llamar “bárbaras” y “tiránicas” con respecto al trato de las mujeres.
¿Por qué los ideólogos racistas y pseudocientíficos no dicen la verdad?
¿Por qué no aceptan que las sociedades patriarcales aún no se han terminado?
¿Acaso eso llamado Occidente puede darse el lujo de tener un historial digno de respeto hacia la otra mitad femenina que conforma la especie humana?
¿Qué sociedad marcada por las desigualdades puede considerarse abiertamente libre de cultura patriarcal?
Está muy de moda actualmente que los falsos profetas de la libertad venidos de Occidente o del Norte, señalen como misóginos a los países de religión islámica, especialmente a los de Oriente Medio.
Se señala con el dedo juzgador a las sociedades patriarcales de Irán, de Siria, de la monarquía saudita de Arabia, de los pequeños emiratos y sultanatos del Golfo Pérsico, de Afganistán, de los países africanos y asiáticos con mayoría de creyentes musulmanes…, como claros enemigos de la libertad de las mujeres.
Y se juzga el velo, la poligamia a favor del hombre, el alto analfabetismo femenino, la sumisión religiosa, etc.
Siempre se acusa el historial controvertido de cultura patriarcal de las sociedades musulmanas, o no occidentales, pero ¿qué hay del historial oscuro de las sociedades occidentales?
¿Recuerda Occidente el sometimiento de la mujer por orden de la Iglesia Católica Apostólica de Roma durante tanto tiempo?
¿Recuerda la condena papal a muerte sobre Juana de Arco, o el juicio de la Santa Inquisición a la poetisa hispano mexicana Sor Juana Inés de la Cruz?
¿No recuerda acaso sobre la ejecución de Olimpia de Gouges durante la Revolución Francesa por el reclamo de la igualdad femenina?
¿No se conmemora el “Día Internacional de la Mujer”, un 8 de marzo, para recordar a mujeres obreras textiles asesinadas, de la ciudad norteamericana de Nueva York, en 1908, por patrones que se negaban a aceptar mejores condiciones laborales?
¿No se conmemora el 25 de noviembre el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer” para recordar el asesinato de las hermanas Mirabal, en 1960, por orden de Trujillo, presidente de República Dominicana, tirano apoyado por Washington y el Vaticano?
¿Acaso no recuerda Occidente las violaciones sexuales de los soldados norteamericanos en Viet Nam, o de los torturadores de las dictaduras genocidas de América latina sobre las luchadoras populares?
¿Y en la actualidad?
La lujuriosa sociedad consumista de Estados Unidos nos muestra impunemente cómo las mujeres son claramente simples objetos sexuales en revistas pornográficas, hollywoodenses, en las publicidades comerciales, en la televisión, en el cine…
En las sociedades capitalistas de América latina, donde prevalece la supuesta moral cristiana, existen millones de mujeres analfabetas, miles y miles de mujeres explotadas por patrones y proxenetas como si fueran esclavas sexuales, niñas pobres y hambrientas prostituyéndose en las calles para sobrevivir…
Por otra parte se exhiben a voluptuosas actrices como vedettes al desnudo sin importar la dignidad humana de la mujer en programas de espectáculo solo para venderlas como mercancías del arte chabacano de los medios masivos de desinformación desde Norteamérica hasta Tierra del Fuego y en Europa …
Y todavía muchas mujeres de los sectores populares viven en los cómodos campos de concentración de los hogares para velar por la familia “como Dios manda”…
Y precisamente ese Dios mandamás de la tradición judeo cristiana, en el primer libro bíblico de Génesis, sentenció a la mujer por haber sido la culpable de morder la fruta prohibida:
“Multiplicaré los sufrimientos de tus embarazos; darás a luz a tus hijos con dolor.
Sentirás atracción por tu marido, y él te dominará”
Queda claro que la sociedad patriarcal no es exclusividad del mundo musulmán, sino de las sociedades actuales y de este mundo globalizado que toma como mercancía hasta la dignidad de la mujer. Occidente no está libre de culpa en ese sentido y parece ser que sigue todavía cumpliendo indirectamente la maldición divina sobre el sexo femenino sentenciada en el Génesis.
Grupo Editorial "Al Dorso"
